sábado, 27 de marzo de 2010

Triunfo de los bastardos sin gloria

Por fin vi la película The Hurt Locker

Faltaba unir un sólo cabo, o ver una película, para entenderlo todo. Que Tom Hanks se haya acercado al micrófono y con desgana espetara un "hola", abriera el sobre y sin afán de crear emoción ante el ansiado premio final -que cerraría contundentemente la lucha entre dos ex maridos- simplemente dijera"The Hurt Locker" para que Kathryn Bigelow no cupiera en si misma de emoción, brinque y las mujeres en el mundo sientan orgullo de ese triunfo colectivo que para ellas significó la estatuilla a mejor película..... no dejaba de parecerme sospechoso.
Quizá un grupo radical de feministas, luego de esta lectura, organice un ataque en mi contra; ya saben: con pancartas, pegajosas canciones de protesta muy difíciles de ignorar, cadenas electrónicas solicitando firmas para mi linchamiento público, etc.
Pero, aunque les duela a ese grupo en particular, ese premio fue un fraude. Sí. Un gran y armadísimo fraude. Empecemos: un día, 11/9/2001, fueron derribadas las torres gemelas por un par de aviones comerciales norteamericanos que fueron secuestrados por talibanes. Fue detonada la "doctrina Bush" de la guerra preventiva. Afganistán fue bombardeado una y otra vez hasta que los escombros ya eran irreconocibles y entonces decidieron que los terroristas habían sido anulados. Años más tarde, ante una "amenaza inminente" de ataque, los gringos invadieron Iraq, capturaron a un Sadam Hussein, que hasta al mismo Sadam Hussein hubiera sorprendido, y luego de bombardear tierras persas declararon un histórico: "ups, al parecer no había armas de destrucción masiva, sino montones de arena caliente y sujetos con ropas raras, cejas muy pobladas, mucho pelo en la cara y una lengua que parece más bien un extraño balbuceo".
El ejército más poderoso del mundo se lanzó a medio oriente con un despliegue destructivo impresionante: porta aviones, caza bombarderos, b-52, tanques, miles de tropas, etc etc.....y, por si fuera poco, el apoyo de Aznar y Tony Blair con unas cuantas tropas de refuerzo.
Ok. Clara, muy clara la superioridad militar y la sospecha de la campaña en medio oriente; ya que nunca atraparon a Bin Laden ni explicaron el fruto de su invasión.
Que la historia se encargue de aclarar ese misterio. El punto central de esta entrada en el blog es la tesis nefasta que plantea The Hurt Locker. Sí, los soldados gringos también son hombres que sufren y sienten compasión por los demás, aunque pertenezcan al bando enemigo. Lo cual, espero, es evidente para todos. En realidad, los verdaderos héroes son los iraquíes que resistían/resisten con ataques silenciosos a un poderoso ejército enemigo. Auténtica dignidad en la derrota. Los soldados gringos son los victimarios, no las víctimas inocentes. Sé que es un comentario muy maniqueista, que en la guerra no hay buenos ni malos, que los soldados unicamente obedecen órdenes, etc. Pero una película si puede ser juzgada en el aspecto ideológico, puesto que la visión del director es lo que recibimos y tenemos el derecho como consumidores de vomitar su producto y la obligación de hacer notar el sucio trasfondo político en torno a la obtención de un galardón. The Hurt Locker fomenta la infame política gringa de invasión militar basada en intereses económicos. Saludemos al 2010 con el mensaje que sembró la academia otorgándole el oscar a esta película en categorías claves como: mejor guión (por supuesto, una historia brillante que a nadie en la casa blanca se le hubiera ocurrido para legitimizar sus actos), mejor director ("desde luego, si una mujer gana todos hablaran de ello y se olvidarán del trasfondo que esconde nuestra elección bélica"), mejor película ("si ya ganó la mujer, en medio de la euforia levantada nadie notará nuestro mensaje, vientos ya la hicimos, ojalá Obama esté viendo el televisor en estos momentos")
Entonces, regresemos al momento en que Tom Hanks -quien seguramente pasaba por su cabeza la tan original Bastardos sin gloria, la maravilla tecnológica de Avatar, y la interesante reflexión de Up in the air- tenía que abrir el sobre, fingir emoción y luego anunciar al ganador que ya conocía por decreto de los organizadores. NO pretendo restarle méritos (tan bien ganados) a la directora, su película muestra una excelente manufactura, una narrativa muy bien diseñada para no caer en tópicos joligudenses; no obstante, al igual que Tom Hanks, también me sentiría decepcionado con la academia luego de otorgar el premio a una cinta que refuerza una ideología patriotera. El criterio no fue cinematográfico, el ganador no fue él cineasta más talentoso, ni la cinta más orginal, propositiva y mucho menos reflexiva del mundo. En cambio, ironicamente la gran reflexión que nos deja The hurt locker es entorno a su victoria, una derrota para el cambio que todos imaginaron con la presidencia de Obama, y los intereses políticos para decirle al mundo: "Ésta es la mejor película del año, veanla para que se den cuenta que nosotros también tenemos sentimientos aunque bombardemos a miles de civiles inocentes al otro lado del mundo". Digo, de todos modos nadie lo notará porque la opinión pública torpemente se conmocionó porque una mujer ganó el oscar por vez primera en la historia. Wow. Aplausos. Que vengan los programas especiales en torno al fenómeno social post-Kathryn Bigelow, las entradas de blogs, los idiotas en la radio alabándola, o peor aún, reafirmando los criterios que le otorgaron su premio.

Triunfaron los bastardos sin gloria de la academia joligudense patriotera

Bravo

Que pena que le hayan ganado al cine